Ensuciando pensamientos, lavando recuerdos, planchando los sentimientos arrugados por el paso del tiempo...
Tejidos que han aguantado demasiadas lluvias, aveces desgastados por estar expuestos a demasiados rayos del sol o sucios por haber soportado demasiado viento...
Colgando las prendas en cuerdas, para que en un momento, en un día o en una vida, se sequen las lágrimas que empaparon el suelo, para no resbalar con ellas.
Correr y revolverse en las sábanas blancas vacías de dolor o de odio, aspirar el aroma del suavizante del alma.
martes, 8 de diciembre de 2009
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Me encanta de verdad... todo lo que escribes y más ahora que tengo la dirección de tu blog.
ResponderEliminarMe declaro tu principal fan, indiscutible seguidora de todas las palabras que plasmas sobre el papel o en la pantalla de un ordenador.
Un muxu,
Katu